viernes, 18 de febrero de 2011

El futuro os espera (dedicado a mis compañeros del Curso de Consultoría)

Dicen que incluso del peor escenario posible, de la peor situación, se puede sacar una lectura positiva. Yo, optimista hasta las últimas consecuencias, estoy de acuerdo. Y el post de hoy es un claro ejemplo de ello. Con 43 años, una vida profesional plena y una dedicación absoluta al trabajo, un buen día me encuentro en la calle. Con la que está cayendo.
Pasan los meses y no hay cambios pero, un buen día, me comunican que he sido aceptado en un curso de los cinco que pedí el día que me inscribí en el INEM. Así que, durante dos meses, me veo en un grupo con otros tantos jóvenes de distintas edades en la misma situación que yo. Y esa es mi lectura positiva de la pésima situación que, sobre todo hoy en día, es estar sin trabajo: un curso que ha sido un soplo de aire fresco.

Porque en este curso he tenido el auténtico privilegio de formar parte de un grupo humano simplemente increíble. Los primeros días, lógico, fueron un tanto “distantes”, manteniendo las distancias, pero a medida que pasaban los días y nos conocíamos más y mas iba creándose una complicidad, un compañerismo y una amistad que, espero, podamos y sepamos mantener una vez termine, hoy mismo, el curso. Desde hace mucho no somos compañeros, sino amigos. Y espero que para siempre.
La verdad es que, aún, me cuesta entender que gente tan preparada como los que formamos este grupo podamos estar sin trabajo. Durante estos dos meses hemos formado un ecosistema de lo que la sociedad española necesita, de lo que tendría que estar, día a día, creando riqueza para el país. Durante dos meses hemos compartido temario, proyecto y, también, risas, un ingeniero de telecomunicaciones, tres economistas o empresariales, una directora de recursos humanos, una licenciada en geografía experta en fotografía, un diplomado en estadística, una consultora, dos periodistas y una licenciada en Medio Ambiente. Todos magníficamente preparados y, la mayoría, con experiencia de años e incluso décadas, algo de incalculable valor pero que, por desgracia, parece que cada vez se valora menos.
Mención especial merece nuestra querida Arancha,” Mafalda”, un orgullo para todos nosotros que, a las pocas semanas encontró trabajo y, desde entonces, está lidiando entre barro, andamios y cemento con su obra, como buena ingeniera que es. Y lo mejor de todo, muestra de la unión que se ha creado entre nosotros, es que seguimos manteniendo el contacto con ella. Y así seguiremos.
Acaba el curso y nuestras vidas se separan. A partir de hoy, a todos se nos hará raro no tener que reunirnos por las tardes para trabajar en nuestros proyectos y adentrarnos un poco más en el bonito mundo de la Consultoría y la gestión de proyectos (gracias, Emilia, por lo que nos has enseñado). Sólo espero que sigamos manteniendo el contacto, aunque sea a través del "feisbu" (lo que nos hemos reído, señor), y que de vez en cuando quedemos a tomar algo, recordemos esas anécdotas (que tenemos unas cuantas), y echemos unas risas como los buenos amigos que somos. Sin olvidar a lo que nos hemos comprometido: quedar siempre que alguno del grupo encuentre trabajo para celebrarlo como se merece.
Durante el curso todos nos hemos apoyado, nos hemos ayudado, nunca hemos rivalizado, nos hemos alegrado de los éxitos de los demás y hemos demostrado que somos unos luchadores. Sólo puedo deciros que si fuera empresario, os contrataría a todos: por vuestra formación, por vuestra preparación, y por vuestra humanidad. Sois, todos, de lo mejor que me encontrado en mi vida. Así que, Miguel, Vanessa, Lourdes, Inma, Nuria, Judit, Jesús, Rocío, Susana, Arancha y Antonio, mucha suerte, muchas gracias por vuestra amistad, y ojalá dentro de muy poco podáis ejercer de lo que realmente sois: unos magníficos e íntegros profesionales.
No perdáis la esperanza: el futuro os espera. Porque esto es el debe ser, guates. Os quiero, chicos.

jueves, 10 de febrero de 2011

Que no digan ni Mou

Hay que personas que, no se sabe muy bien por qué, parecen como tocadas por una varita mágica: hagan lo que hagan, digan lo que digan, nada por aquí, nada por allá, no pueden pasar desapercibidas. Y por desgracia, no suele tratarse de científicos, médicos, biólogos, escritores o economistas. No. Suele tratarse de personas cuya actividad profesional suele girar, y nunca mejor dicho, en torno a un balón o similar. Y francamente, los contenidos no suelen ser muy profundos, que digamos.
Y sin duda, en este sentido creo que nadie ha tenido en España un protagonismo como el que, desde su llegada al Real Madrid, ha adquirido el portugués Mourinho. No voy a ocultar mi madridismo, mis ya 25 años de socio del equipo blanco, mi admiración por los valores que siempre ha tenido esta entidad y la alegría que me supuso, este verano, su fichaje, aún reconociendo los muchos e importantes errores en que está incurriendo, errores no tanto de fondo como de forma en sus manifestaciones, que no siempre casan con la grandeza y el señorío históricos de la Casa Blanca.
Sin embargo, me parece absolutamente surrealista la trascendencia que, sobre todo desde los medios de comunicación, se le está otorgando a cuanto hace, dice e incluso dicen que piensa. Sin entrar en si tiene o no razón, todo cuanto diga o haga no deja de ser la opinión o acción de un entrenador de fútbol de un equipo de fútbol. Y ya está. Sin más. Y eso, ¿merece páginas enteras en periódicos, minutos en nada menos que telediarios, horas y horas en programas deportivos en televisión, con debates monográficos sobre polémicas suscitadas en torno a él, y no siempre creadas por él? Yo creo que no.
Señores, ¿en qué estamos cayendo? ¿De verdad es tan importante lo que diga Mourinho, sí, vale, el mejor entrenador del mundo, como para darle tanta importancia? ¿Realmente merece tanto espacio si se lleva mal con Valdano, con el presidente, con algunos jugadores, con otros entrenadores o con quien sea?
¿No está ocurriendo un fenómeno parecido al de la prensa del corazón, que lleva años convirtiendo a auténticos memos y mequetrefes en personajes de pacotilla que durante un tiempo se ríen de todo el mundo a base de montajes del todo a cien? Durante un tiempo les llevan a teles, saraos y demás, pagando a toca-teja, cambiando los ladrillos en el bolso por fajos de billetes y a correr hasta la próxima tomadura de pelo.Y luego, al baúl de los recuerdos, que ya hay otro friki catódico. Por favor.
Ya está bien. Dejemos a Mourinho en paz. Ni es tan importante ni tiene tanta importancia lo que dice. Es un e-n-t-r-e-n-a-d-o-r d-e f-u-t-b-o-l. Punto. Ni ha descubierto una vacuna milagrosa, ni ha descubierto el origen del Universo ni va a solucionar el cambio climático. No. Que hable de fútbol, de lo suyo, de su equipo, de su Real Madrid, de sus jugadores, y ya está. Y de lo demás, que le dejen tranquilo; que no le lleven a los altares; que no digan ni Mou.