jueves, 10 de febrero de 2011

Que no digan ni Mou

Hay que personas que, no se sabe muy bien por qué, parecen como tocadas por una varita mágica: hagan lo que hagan, digan lo que digan, nada por aquí, nada por allá, no pueden pasar desapercibidas. Y por desgracia, no suele tratarse de científicos, médicos, biólogos, escritores o economistas. No. Suele tratarse de personas cuya actividad profesional suele girar, y nunca mejor dicho, en torno a un balón o similar. Y francamente, los contenidos no suelen ser muy profundos, que digamos.
Y sin duda, en este sentido creo que nadie ha tenido en España un protagonismo como el que, desde su llegada al Real Madrid, ha adquirido el portugués Mourinho. No voy a ocultar mi madridismo, mis ya 25 años de socio del equipo blanco, mi admiración por los valores que siempre ha tenido esta entidad y la alegría que me supuso, este verano, su fichaje, aún reconociendo los muchos e importantes errores en que está incurriendo, errores no tanto de fondo como de forma en sus manifestaciones, que no siempre casan con la grandeza y el señorío históricos de la Casa Blanca.
Sin embargo, me parece absolutamente surrealista la trascendencia que, sobre todo desde los medios de comunicación, se le está otorgando a cuanto hace, dice e incluso dicen que piensa. Sin entrar en si tiene o no razón, todo cuanto diga o haga no deja de ser la opinión o acción de un entrenador de fútbol de un equipo de fútbol. Y ya está. Sin más. Y eso, ¿merece páginas enteras en periódicos, minutos en nada menos que telediarios, horas y horas en programas deportivos en televisión, con debates monográficos sobre polémicas suscitadas en torno a él, y no siempre creadas por él? Yo creo que no.
Señores, ¿en qué estamos cayendo? ¿De verdad es tan importante lo que diga Mourinho, sí, vale, el mejor entrenador del mundo, como para darle tanta importancia? ¿Realmente merece tanto espacio si se lleva mal con Valdano, con el presidente, con algunos jugadores, con otros entrenadores o con quien sea?
¿No está ocurriendo un fenómeno parecido al de la prensa del corazón, que lleva años convirtiendo a auténticos memos y mequetrefes en personajes de pacotilla que durante un tiempo se ríen de todo el mundo a base de montajes del todo a cien? Durante un tiempo les llevan a teles, saraos y demás, pagando a toca-teja, cambiando los ladrillos en el bolso por fajos de billetes y a correr hasta la próxima tomadura de pelo.Y luego, al baúl de los recuerdos, que ya hay otro friki catódico. Por favor.
Ya está bien. Dejemos a Mourinho en paz. Ni es tan importante ni tiene tanta importancia lo que dice. Es un e-n-t-r-e-n-a-d-o-r d-e f-u-t-b-o-l. Punto. Ni ha descubierto una vacuna milagrosa, ni ha descubierto el origen del Universo ni va a solucionar el cambio climático. No. Que hable de fútbol, de lo suyo, de su equipo, de su Real Madrid, de sus jugadores, y ya está. Y de lo demás, que le dejen tranquilo; que no le lleven a los altares; que no digan ni Mou.

4 comentarios:

  1. Todo correcto, Pepe. Pero el señor Mourinho, cuya presencia en España deseaba para comprobar sus métodos y del que me he llevado una profunda decepción tanto personal como deportivamente, busca eso. Quiere protagonismo, que se hable de él y la mayor repercusión posible. Pep Guardiola rehuye el protagonismo, mientras que Mourihno parece que lo persigue y lo pretende. Luego, que no venga pidiendo respeto en los aeropuertos para defender la intimidad de su familia, pues él mismo se ha ganado a pulso su presencia constante en los medios. Lo que generas es lo que recibes.

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  2. Claro, Víctor, si el problema no es él; son los medios que hacen de amplificador de todo cuanto hace y dice. Si cuando suelta una tarascada de las suyas nadie le hiciera ni caso, ¿qué pasaría? Llegaría un momento en que se cansaría. Lo que ocurre es que a los medios les viene de maravilla tener a alguien así, y lo buscan continuamente para llenar páginas y minutos. El problema no es Mou, son los medios. Y me duele escribirlo, pero es la realidad. PP.

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  3. Pues yo creo que al Real Madrid también le viene bien que se esté todo el día hablando de Mou pero no por razones estrictamente deportivas, sino por sus excentricidades. Le viene bien para desviar la atención del mal juego y de los problemas que tiene el equipo. Si no estuviera Mou, ¿de qué hablarían los medios sobre el Real Madrid? De nada, porque esta temporada esta resultando tremendamente mediocre y a nadie le interesaría.

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  4. Hola, Sonso. Lo siento, pero esta vez no estoy de acuerdo contigo. Si no fuera porque el Madrid tiene por delante al mejor Barca de la historia, la temporada sería fantástica. El fútbol desplegado no está siendo una maravilla, pero por primera vez en años se ve una piña, un sistema y la simiente de un equipo que puede ser grande de verdad en España y en Europa. Mou es un gran entrenador, pero habla demasiado y, en ocasiones, de mala manera. Y eso le pierde. Aunque diga verdades como puños.

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